Se ocultaba en una casilla del barrio Dorrego. Desde el sábado pasado estaba prófugo tras ser identificado como el autor del asesinato del menor Lucas Rosales (16).
Alan “Pol” Acosta (24), quien era buscado desde el fin de semana pasado por el homicidio del menor Lucas Rosales (16) fue detenido esta mañana en el interior de la casa en la que permanecía oculto.
Personal de la DDI logró localizarlo en una precaria casilla ubicada del barrio Dorrego, ubicado en un sector distante de la ciudad respecto al barrio San Martín donde fue asesinado Rosales.
Acosta fue sorprendido mientras dormía junto a otras personas en la casilla de Rauch al 2400 y no opuso ninguna resistencia a la labor policial.
Dueño de numerosos antecedentes, incluso sospechado de ser el autor de un triple crimen, Acosta tiene tres hermanas que son policías y que colaboraron en la investigación que condujo a la captura.
El rostro fue deliberadamente cubierto por orden de las autoridades de la investigación.
El último sábado Rosales se hallaba en la puerta de su casa de Saenz Peña al 2000 cuando mantuvo una discusión con Acosta. El motivo de la disputa fue una serie de diferencias de vecindad vinculadas al consumo de drogas y el mundo del delito. Según la investigación del fiscal Juan Pablo Lódola, Acosta se retiró pero regresó poco después armado y le efectuó varios disparos a Rosales, uno de los cuales le impactó en el pecho.
Rosales murió cuando era trasladado al Hospital Interzonal de esta ciudad.
El domingo se libró una orden de detención contra Acosta y el allanamiento para tres domicilios. En uno de ellos se pudo localizar un arma calibre 9 milímetros, similar a la empleada para dar muerte a Rosales. Sin embargo, no se lo pudo hallar a Acosta.
Con el correr de los días distintas tareas investigativas de la comisaría decimosegunda, de la policía local y de la DDI se conectaron para confirmar que Acosta se ocultaba en una casilla de Rauch al 2400 y esta mañana fue detenido.
Acosta tiene tres hermanas que son policías, una de desempeña en el Comando de Patrullas Rural de Miramar, otra en la Policía Local de esta ciudad y, la tercera, en el Comando de Patrullas de Mar del Plata. Aunque no aportaron el lugar exacto en el que se ocultaba –lo desconocían- hicieron distintos esfuerzos para localizarlo. “Es bueno dejar claro que, a pesar de poseer familiares en la fuerza, no implicó ningún inconveniente al momento de coordinar tareas para su captura”, informaron fuentes de la investigación.